El Aprendiz de Merlín se ha convertido en el juego preferido de mis dos hijos ( por ahora, porque tengo que reconocer que ellos se emocionan fácilmente pero también se cansan pronto y cambian de favoritos ).
Lo que más me gusta de este juego es eso, porque nosotros normalmente jugamos mucho en familia, pero este les ha enganchado tanto que juegan muchas partidas ellos dos solos, y desde luego sólo por eso se merece una entrada en el blog.
Es un juego de Smart Play, de 2 a 4 jugadores recomendado a partir de 6 años. Ha sido realizado por Enrique Gil y Diego Burdío y nosotros lo tenemos porque participamos en el crowfunding de Verkami...¡ y fue un gran acierto!
El objetivo del juego es ganar el Torneo de Fin de Curso de la escuela de Magia con las criaturas mágicas que se han creado gracias a los ingredientes que se consiguen en la primera fase del juego.
Estos son los materiales que encontrareis en el juego:
Estos son los materiales que encontrareis en el juego:
En la primera fase del juego se juega con las cartas de ingredientes ( las que veis en la parte inferior).
Cada jugador comienza con 8 cartas y de ese mazo elige la que le interesa y la baja a la mesa. Se las pasa al siguiente jugador y elige otra carta de la maza que recibe y así hasta que se acaban los mazos y todos los jugadores tienen 8 cartas en la mesa.
En las cartas de ingredientes hay cartas de varios tipos: algunas dan puntos directamente, otras que dan puntos al combinarse y cartas especiales.
Aunque en el reglamento están todas las cartas, los dibujos de la parte inferior explican muy bien las puntuaciones por lo que esta parte tiene parte de azar pero también de estrategia.
Cuando todos los jugadores tienen las 8 cartas se calculan los puntos.
Con los puntos eligen las criaturas que quieren ( hay de 5 y 3 puntos, por ejemplo si has conseguido 13 puntos jugarás en el torneo con dos criaturas de 5 y una de 3 ), y con esas criaturas elegidas comienza el torneo.
El torneo se realiza con los dados, y cada criatura combate con otra tirando los dados.
El jugador con la criatura que saca el número más alto en el torneo sigue compitiendo y el otro jugador pierde su criatura.
Además cada criatura tiene unas normas especiales ( que también se ven en el dibujo, que por buscarle un pero a mí parecer deberían ser un poco más grandes) que pueden hacer sumar puntos o restar a la tirada de dados del contrincante.
La última criatura que quede en la mesa será la del ganador de la partida.
Un juego muy divertido y recomendable.
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